lunes, 14 de diciembre de 2009

Gente que vale

Es fantástico saber que aún desde el lejano occidente se pueden hacer cosas para ayudar al mundo de la primatología. Y es que aún existe gente que, conociendo la dificultad que entraña prestar ayuda desde la comodidad de un calentito, limpio y confortable escritorio, sigue poniendo su granito de arena para luchar contra las injusticias y crueldades que sufren cada día nuestros peludos parientes.

Un buen ejemplo de este tipo de personas es Laura Ramirez que, tras descubrir las mar
avillas que se ocultan en el mundo de los primates ha decidido compartirlas con el mundo metiéndose de lleno en la organización de un ciclo de conferencias sobre la conservación tanto in situ como ex situ de estos fascinantes animales.

Este ciclo consta de 3 conferencias:


- "Jane goodall: de la investigación al activismo. Proyectos de conservación de chimpancés en África". Por Ferrán Guallar, presidente del Instituto Jane Goodall en España. Hora: 13.00


- "Mejora del bienestar de los primates a través de programas de enriquecimiento ambiental". Por Carlos Gil Burmann, profesor de Primatología de la U.A.M. Hora: 14.00


- "Proyectos de conservación de primates de Faunia" Por Agustín López Goya, director técnico de conservación de Faunia. Hora: 15.00


Se llevará a cabo el jueves día 17 de diciembre en el aula 112 de la facultad de biología de la Universidad Autónoma de Madrid.


Tanto si eres un amante incondicional de los animales, un adicto a las conferencias o simplemente tienes curiosidad por ver como son las aulas de esa universidad te animamos a ir. Aunque ¡Cuidado!, la probabilidad de que te enamores de los monos es muy alta.

viernes, 19 de junio de 2009

Un lugar maravilloso

Quiero hablar de un lugar que se quedó con parte de mi corazón y al cual mi mente aún no ha abandonado por completo. Es de esos lugares en los que nunca te imaginas estar pero que cuando estas allí ya no quieres dejar nunca. Un lugar que formará parte del resto de tu vida y de tus recuerdos más preciados, lo quieras o no. Un lugar en el que la naturaleza te moldea a ti y no al revés. Un lugar donde domina la felicidad, el compañerismo, la vida y el cariño. Un lugar que te enseña a apreciar lo bueno de las cosas y lo importante de la vida. Un lugar donde trabajar es un placer y no una obligación. Un lugar donde el amor por los animales es infinitamente correspondido. Un lugar donde tus peculiares amigos no te olvidan, y tu a ellos mucho menos. Un lugar inolvidable. Un lugar con magia. Un lugar llamado Parque Machía.

Y es que este rinconcito de Bolivia es uno de los pocos lugares que quedan en el mundo donde las acciones no las mueve el dinero sino la voluntad de dar una vida lo más digna posible a nuestros amigos sin voz, a todos esos monos, pumas, aves, tejones, etc que fueron sacados de su selvatica casa a la fuerza y que ahora, gracias a la Comunidad Inti Wara Yassi, han encontrado un tranquilo lugar en el que lo que prima es su libertad y bienestar.


Lamentablemente el refugio no es mantenido por el gobierno Boliviano ni por ningún otra organización por eso la ayuda financiera es crucial, así como las labores de voluntariado, que también son extremadamente necesarias. Por eso animo a todos a colaborar con este maravilloso proyecto y si algún día van a Bolivia no olviden pasar unas semanas ayudando en las tareas de voluntariado o una tarde visitando este precioso paraje. Experiencia inolvidable asegurada.

Cualquier ayuda es importante y bienvenida así que no dejen de visitar http://www.intiwarayassi.org/ y para más información escriban a intiwarayassi@gmail.com

domingo, 7 de junio de 2009

Ssalvemos a los pelirrojos

El orangután, «pueblo de la selva» según su significado en malayo, ya que las poblaciones locales les consideraban seres humanos que vivían sobre los árboles para no trabajar o no ser convertidos en esclavos. Y es normal que se refieran a ellos como iguales, no sólo por compartir el 97% de su material genético con nosotros, sino porque su comportamiento e incluso sus caras son más expresivas que muchas de las nuestras. Pero a pesar de esa similitud, los orangutanes van camino de la desaparición a una velocidad tan vertiginosa que no quedará un número suficiente de ellos como para que la especie sea viable genéticamente en el plazo de sólo una década, un chasquido de tiempo si lo comparamos con los 60 millones de años que nos separan de los primates originarios.

La deforestación selvática, el tráfico ilegal e, incluso, su utilización como `esclavos sexuales' son las causas de esta pesadilla y sólo nosotros podemos salvarles. Nuestra responsabilidad queda bien plasmada en las palabras de una conservacionista española: «Quien no defiende los derechos para los simios es porque no tiene ni idea de lo que es un gran simio. Y los que explotan o permiten la explotación de simios es porque no tienen sentimientos».

Debemos ponernos manos a la obra si queremos que nuestros pelirrojos parientes no desaparezcan, la responsabilidad es toda nuestra, sobre todo si tenemos en cuenta que el ser humano es el único animal con una capacidad de autodestrucción insostenible para su propio medio.

Aceite de palma

El aceite de palma, ese aceite tan preciado para unos pocos pero tan desastroso para el resto.

Se obtiene de las drupas de la palmera de aceite africana (Elaeis guineensis) y en el proceso de extracción se genera un gran volumen de agua residual que desprende enormes cantidades de gas metano, uno de los responsables del efecto invernadero. Las palmas de aceite sólo crecen bajo el sol de los trópicos, con humedad y calor constante siendo, por tanto, Malasia e Indonesia los países productores más importantes. Tanto es así que si el ritmo del mercado mundial se mantiene, en 4 años ya no queda selva tropical en Sumatra, solo monocultivos de palmera de aceite. Es importante recalcar que sólo en la isla de Borneo se encuentra el 6% de toda la flora y fauna del planeta por lo que destruir estos bosques sería una de las mayores pérdidas a las que el hombre tendría que enfrenarse sólo para engrosar los bolsillos de unos pocos.

Estos aceites se encuentran en prácticamente cualquier producto alimenticio o cosmético y si no lo crees, haz la prueba. Abre tu despensa y cuenta el número de productos que contengan entre sus ingredientes “aceite vegetal” o “grasas vegetales”. Aunque muchos productos se elaboren a base de otros aceites vegetales como pueden ser los de oliva o los de girasol, si no son de palma se suelen especificar, en caso contrario uno puede estar seguro de que se trata de esta variedad tan poco ecológica y saludable.

“¡Pero fomenta la creación de puestos de trabajo en esos países tan pobres!”, podría ser la respuesta de cualquiera. Pero nada más lejos de la realidad ya que las condiciones en las que se trabaja en estas plantaciones rozan la esclavitud y los problemas medioambientales, unidos a las condiciones de vida infrahumanas, provocan enfermedades, pobreza y hambruna entre muchas otras penurias. Pero esto no debe extrañar, sobre todo si se tiene en cuenta que la inmensa mayoría de estas plantaciones están promovidas por la 3 multinacionales por excelencia a la hora de hablar de explotación y destrucción del medio ambiente a cambio de mucho, mucho dinero. Me refiero, por supuesto, a Procter and Gamble, Unilever y Nestlé.

Por supuesto, las consecuencias de estos monocultivos también se sufren en occidente ya que estos bosques son muy especiales, y no sólo por su diversidad (que también), sino porque son los llamados bosques de turbera. Estas selvas se asientan sobre un suelo con cantidades industriales de materia orgánica que, al ser quemadas, liberan todo el CO2 que contienen a la atmósfera de forma que Indonesia, sin poseer industria alguna, ha llegado a ser el 3er país que más gases de efecto invernadero libera, únicamente precedido por EEUU y China. Y no nos dejemos engañar con que los biocombustibles acabarán con este problema porque este se saca, por cierto, del aceite de palma. Cuanta incongruencia, cuanta mentira.

Por todo esto y muchas maldades más que rodean a este floreciente mercado de color oro, desde demonoamono se propone hacer boicot a estas compañías, porque nosotros también somos parte de este mundo y tenemos derecho a decidir sobre él.

viernes, 6 de marzo de 2009

Llamamiento

"Todos los animales, pero muy especialmente los póngidos y el chimpancé de manera especial, merecen un serio y consciente respeto. No deberían tolerarse las exhibiciones grotescas de estos animales disfrazados de humanos, ni su explotación comercial sea la que fuere, ni su uso para el transplante de vísceras o empleo en laboratorios de experimentación clínica, y hasta sería necesario reconsiderar la conveniencia de exhibirlos en los zoos, concretamente en los que lo hacen en condiciones carcelarias y de privación de congéneres." Jordi Sabater Pi

domingo, 4 de enero de 2009

Cultura animal

¿Es la cultura un rasgo exclusivamente humano? Esta es una de las mayores controversias con las que siempre se han enfrentado biólogos y antropólogos pero, afortunadamente, poco a poco se van dilucidando respuestas fiables. Se define cultura como la transferencia de información por medios conductuales a través de enseñanza y aprendizaje, es decir, cualquier rasgo etológico no hereditario. Así, nos damos cuenta de que en la naturaleza existen muchos más ejemplos de animales culturales de los que nos imaginamos.

Desde tiempos muy tempranos se ha separado a los humanos del resto del mundo animal, entre otras cosas, por el hecho de poseer una rica cultura. Pero los estudios pioneros de Jane Goodall en Tanzania, con chimpancés que fabrican herramientas, y del macaco Imo, que enseñó a todo su grupo a lavar patatas en la japonesa isla de Koshima, han dado un vuelco inesperado a la comprensión del mundo natural, con las controversias que esto supone para un mundo en el que el ser humano se considera mucho más que un animal.

Generalmente se asocia cultura con el uso de herramientas pero esto no siempre se cumple. Existen muchos casos como el "robo" de conchas por parte de los cangrejos ermitaños o el uso de piedras en alimoches para romper huevos, que claramente son casos de uso de herramientas innatos. De la misma forma, existen muchos rasgos culturales que no tienen nada que ver con el uso de objetos. Un ejemplo es el de las aves que deben aprender a cantar gracias a las enseñanzas de sus padres.

Los casos más aceptados, sin embargo, de cultura animal se dan entre los primates, donde no hay ninguna duda de que chimpancés, macacos y gorilas hacen uso diario de sus aprendizajes. Pero no por ello debemos pensar que en el resto del mundo animal esto no ocurre. Ballenas, delfines, nutrias, cuervos e incluso las ratas presentan muchos rasgos culturales muy bien contrastados. Después de esto no debemos creernos tan superiores pues poco a poco nos damos cuenta de que el ser humano es mucho más animal de lo que el antropocentrismo clásico en un principio predica.