domingo, 19 de octubre de 2008

No con mi maquillaje


En el mundo actual, donde lo que prima es la belleza y las apariencias más superficiales, existe una importante cuestión en la que deberíamos pararnos a pensar antes de embadurnarnos la cara con cremas y demás potingues.

Como ciudadana occidental y mujer que soy, yo tampoco me quedo al margen de todos esos productos que invaden nuestros armarios y estanterías en el baño, pero siempre hay que ir con la conciencia por delante pues la experimentación con animales en la industria cosmética nos acecha. Y no me refiero a un SPA en el que para probar el efecto de un champú se le dé un masaje a 4 manos a un perro en una bañera perfumada con aroma de rosas, me refiero a crueles experimentos cuyo resultado final son animales ciegos a causa de pintura de uñas en los ojos o prácticamente sin piel debido a concentrados tóxicos de gel.

Pero es un hecho que se puede ser una gran compañía fiable y con nombre propio en este mundillo sin tener que recurrir a esos horribles métodos casi inquisidores y empresas tan conocidas como M.A.C, Ives Rocher o Estee Lauder lo han demostrado. Y es que existen cientos de fabricantes de cosméticos y productos del hogar que apuestan por artículos de calidad, a favor del bienestar de los animales, y ausentes de provocar dermatitis o conjuntivitis en sus clientes siendo, por tanto, infinitamente más recomendables.

1 comentario:

luciluzzz dijo...

Seguimos buscándole casa al Cercopithecus mona (macho!). Si puedes preguntarle a tu profe, a ver si se le ocurre algún sitio...
Un besito, guapa